Estrella viajera

Nunca he creído en los amuletos ni en su famosa suerte. Pero ese día de pleno verano, mi chico y yo decidimos pasar el día fuera de la ciudad. A pesar de que es una ciudad con playa y a mí me encanta estar en ella, ese día no la pisamos, y nos decidimos a dar un paseo por la ciudad. Me sorprendió que, al ser una ciudad con playa y muy bonita y que siempre está abarrotadísima de gente, ese día apenas se oían voces. Eran sobre las siete de la tarde, así que la mayoría de la gente ya se habría ido de la playa y lo más normal allí, es que por las tardes la calle principal estuviera llena de gente comprando en las tiendas, pero no fue así. Quizá las personas se hubieran decidido por pasar las vacaciones en otra parte.
Decidimos salir fuera de la ciudad simplemente a cenar, nos encanta salir a cenar fuera, así nos evitamos saludar con la boca llena a personas que conocemos. Pensé que hacía mucho tiempo que no comía pizza del Telepizza, ( y subrayo la palabra para haceros saber que fuimos al Telepizza original y no a esos sitios donde hacen una imitación de las pizzas ) así que nos tiramos un buen rato buscando el sitio. De camino al centro, vimos una pequeña tienda donde sus escaparates llamaban mucho la atención. Es una de esas tiendas que tiene todo tipo de cosas de decoración, ya fueran cofres con manuscritos a relojes increíbles. Al lado de los cofres vimos conchas, caracolas y estrellas de mar. Entramos a comprar algo que nos sirviera de amuleto y así pudiéramos tener los dos. Nos compramos una estrella de mar cada uno.
En el mes de agosto, cuando nos fuimos de vacaciones estuvimos una noche paseando por los puestos callejeros del paseo de la playa. En un puesto vimos objetos de decoración donde encontramos estrellas de mar, nos miramos y sonreímos pero seguimos andando sin hablar del tema. Mientras seguimos paseando, mi chico dijo que le contara una historia. Yo empecé a imaginarme alguna historia que tuviera algo que ver con una estrella de mar, así que empecé.
'' Mmmm de acuerdo,vamos a ver, pues esta historia va de unos chicos jóvenes a los que les encanta viajar. Quieren buscar un destino para estar un tiempo viajando sin parar y claro, debido a los diferentes gustos pues no se deciden. El chico, como siempre intenta buscar un sitio tranquilo para poder descansar, ya sea en medio del bosque o al  lado de la playa. Quiere levantarse e ir a la playa, y después por la tarde, prefiere ver tranquilo una película en la cama, es más, quiere ver un capítulo de los suyos,de esos que se parte de risa.
En cambio la chica, y a favor del chico, no le importa donde ir, si campo, o playa. Pero ella en vez de tomar el sol en la arena, prefiere ir a bucear o a buscar cangrejos por las rocas, y después por la tarde salir a dar un paseo hasta la noche por la playa, ir a los puestos callejeros del paseo y ver estrellas de mar. Debido a la indecisión, la chica decide hacer una prueba. Saca el atlas del mundo y saca su estrella de mar. Coloca la estrella de mar en el lugar de donde viven, osea España. Después, ella observa los cinco lados de la estrella y adónde van a parar sus puntos. Siguiendo el orden de las agujas del reloj, ella dice: El primer lado va a parar a pleno océano, vamos genial. El segundo lado para en Rusia. El tercer lado ( mirando el último destino ) para en Madagascar. El cuarto lado en Uruguay. Y, el quinto lado para en Ottawa (Canadá).
Rusia, Madagascar, Uruguay y Ottawa. Por lo tanto, basta de discusiones, ya tenemos nuestros destinos. ''
Unos de mis sueños es viajar muy lejos, ¿Quién no lo tiene? Pero soy una estudiante de 17 años, sin trabajo en vacaciones (y no será porque no he mandado curriculums) y con una paga semanal que sólo me da para cenar un día fuera y comprar estrellas de mar. No he creído en amuletos ni en la suerte y dudo que lo haga. Pero... dejaré a mi estrella de mar viajera por si un día decide llevarme a algún sitio.

PD / Al final, encontramos el Telepizza

Siento la calidad de imagen.

Rusia

Madagascar

Uruguay                        

Ottawa